Un periodista estadounidense fue agregado sin querer a un chat grupal en la aplicación Signal, donde altos funcionarios del gobierno de Donald Trump, incluido el secretario de Defensa Pete Hegseth, discutían planes para ataques militares contra los rebeldes hutíes en Yemen. La Casa Blanca confirmó el incidente, que involucró a Jeffrey Goldberg, jefe de redacción de la revista The Atlantic, quien recibió detalles sobre los ataques horas antes de que se hicieran públicos.
El presidente Donald Trump declaró desconocer el incidente y reiteró su confianza en su equipo de seguridad nacional. “No sé nada sobre esto”, afirmó Trump al ser consultado. Sin embargo, los detalles de los ataques, incluidos objetivos específicos, armas utilizadas y la secuencia de los bombardeos, fueron enviados al chat por Hegseth, según Goldberg. Estos ataques comenzaron el 15 de marzo, justo después de que Trump anunciara públicamente la ofensiva contra los hutíes en Yemen.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, confirmó que el mensaje filtrado parecía auténtico. “Estamos revisando cómo se agregó un número inadvertidamente a la cadena”, dijo Hughes. El presidente Trump, por su parte, expresó que no estaba al tanto de la filtración y que este tipo de errores no afectaban su confianza en su equipo de seguridad nacional.
El riesgo de una filtración de planes militares
La filtración podría haber sido extremadamente perjudicial si Goldberg hubiera decidido publicar los detalles del plan. El periodista optó por no hacerlo, pero la filtración pone en evidencia un grave descuido de los funcionarios del gobierno al no garantizar la seguridad de la información clasificada. Goldberg, quien fue agregado al chat el 13 de marzo, detalló que los ataques contra los hutíes se llevarían a cabo a las 1:45 p.m. hora del este de EE. UU., y que el cronograma fue cumplido con precisión en el terreno. La información que circulaba en el chat incluía objetivos militares específicos, el tipo de armas que Estados Unidos desplegaría y la secuencia exacta de los bombardeos.
Entre los mensajes filtrados, se destacaron las intervenciones del vicepresidente JD Vance, quien mostró reservas sobre la justificación de los ataques, argumentando que los ataques hutíes afectaban principalmente a Europa y no tanto a Estados Unidos. Vance expresó su descontento con la idea de que EE. UU. intervenga para proteger los intereses de los países europeos, un punto de vista que fue compartido por otros miembros del chat, como Hegseth, quien afirmó que compartir esa postura con Vance era “PATÉTICO”. En respuesta, varios miembros del chat insistieron en que solo Washington tenía la capacidad de llevar a cabo la misión con éxito.
Una persona identificada como S.M., probablemente el asesor presidencial Stephen Miller, expresó que si Estados Unidos restauraba con éxito la libertad de navegación en la región a un gran costo, debía haber un beneficio económico adicional a cambio.
Reacciones políticas ante la filtración de información sensible
La filtración de esta información clasificada provocó reacciones inmediatas entre los demócratas, quienes calificaron el incidente como una de las violaciones más graves a la inteligencia militar en los últimos tiempos. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, calificó el hecho como “una de las violaciones más sorprendentes” a la seguridad nacional y pidió una investigación exhaustiva sobre cómo ocurrió la inclusión de Goldberg en el chat.
Por su parte, el senador Jack Reed acusó al gobierno de Trump de un descuido peligroso que podría haber comprometido la seguridad nacional. “Es impresionante y peligroso que un funcionario tan alto haya cometido este error”, dijo Reed, quien abogó por una investigación a fondo del incidente.
El incidente también generó una respuesta irónica por parte de Hillary Clinton, quien utilizó las redes sociales para comentar el artículo de The Atlantic. Clinton, quien fue objeto de críticas de Trump por el uso de un servidor de correo electrónico privado durante su tiempo como secretaria de Estado, compartió el artículo con el mensaje: “Tienes que estar bromeando”.
Contexto de los ataques a los hutíes
Los rebeldes hutíes, que controlan gran parte de Yemen desde hace más de una década, son parte de un bloque proiraní que se opone a Israel y a Estados Unidos. Estos grupos han llevado a cabo repetidos ataques con drones y misiles contra barcos que navegan por el Mar Rojo y el Golfo de Adén, lo que ha afectado gravemente las rutas comerciales en la región.
Estos ataques hutíes han perturbado el funcionamiento de una de las rutas comerciales más importantes del mundo, por donde transita alrededor del 12% del tráfico marítimo global. Las compañías se han visto obligadas a realizar costosos desvíos para evitar los peligros de la zona, lo que ha tenido un impacto significativo en la economía mundial.
Estados Unidos comenzó sus ataques contra los hutíes bajo la presidencia de Joe Biden, aunque la administración de Trump también había realizado incursiones en la región. Trump había prometido usar una "fuerza letal abrumadora" contra los hutíes. Los ataques han continuado en los últimos días, con apoyo británico, y representan una escalada en la violencia que ya afecta gravemente la seguridad y estabilidad de la región.
Con información de UnoTV
*BC
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