No a privatizar el agua: Sheinbaum

El caso de Agua de Puebla y su pésimo servicio en la zona metropolitana de la capital se mencionó en la Mañanera del Pueblo y la presidenta insistió en su rechaza a que se privatice un derecho básico como es el agua.

"Todo tiene que ser en el marco de la ley evidentemente, pero yo no estoy de acuerdo en la privatización del agua, no me parece que sea la mejor manera de resolver el acceso al derecho humano al agua", precisó la presidenta de la República.

Ante el intento del gobierno de Quintana Roo para recuperar la concesión del servicio de agua potable que tiene desde 1993 Aguakan, la presidenta Sheinbaum afirmó que lo mejor para esa empresa sería entregar la concesión. Afirmó que está de acuerdo con el Gobierno de Quintana Roo y que "no se puede hacer negocio con el agua".

"Particularmente en el caso de Cancún pues es un abuso lo que han estado haciendo esta empresa, un abuso. Ni cumplen con el derecho humano, el agua, pero sí cobran las tarifas como quieren", acusó desde Palacio Nacional y luego trato el caso de Puebla en forma similar.

El gobernador Alejandro Armenta puntualizó que apoya y comparte la visión de la presidenta Sheinbaum en contra de la privatización del agua, ya que se trata de negocios entre empresas privadas y gobiernos, afectando el derecho de la población al servicio del agua.

La posición de Sheinbaum fue ante las constantes denuncias que existen en la entidad por el servicio que brinda la empresa "Agua de Puebla", que tiene la concesión desde 2015, y las altas tarifas de cobro que han dejado millonarias utilidades a una filial del Grupo Hermes, de la familia Hank Rhon, que también manejan el Museo Internacional Barroco.

El gobierno de Armenta mantiene su postura para que la empresa "Agua de Puebla" otorgue una atención eficiente a las familias poblanas y exhorta a no lucrar, como lo hace, con el vital líquido.

Quedó claro que en el corto plazo el gobierno poblano no retirará la concesión por el leonino contrato que lo obliga a pagar una millonaria suma si recupera la concesión, pero lo que si puede hacer es obligarla a dar el servicio al que se comprometió y las millonarias inversiones, que no ha hecho, para mejorar la dotación de agua y el drenaje en los municipios metropolitanos en los que presta el servicio.

Hasta ahora la mayor cantidad de recursos han sido aportaciones de la Comisión Nacional del Agua y no de la concesionaria que cobra cada día más caro por el servicio del agua, que escasea y cuando llega es de mala calidad, situación que debe sancionar el gobierno del estado a través del Soapap, que hasta ahora ha tolerado a la concesionaria.

En el caso de Quintana Roo el gobierno estatal pretende retirar el permiso de agua potable a la empresa Aguakan, y la presidenta Sheinbaum afirmó que lo mejor para esa empresa sería entregar la concesión. Dijo estar de acuerdo con el gobierno estatal y que "no se puede hacer negocio con el agua".

"Nosotros estamos de acuerdo con el pueblo de Quintana Roo y con la gobernadora de que entreguen la concesión, que en realidad es, no se puede hacer negocio con el agua, el agua es un derecho humano, la gente paga por el servicio de agua potable, por llevar el agua de un lugar a otro, porque tiene sus costos".
"Pero privatizarla para que haya ganancias para un privado en el supuesto de que va a operar mejor, pues en realidad no, no ha funcionado y no tiene sentido y menos en este caso", agregó.

"Durante un periodo se puso en algunos estados de la República de moda privatizar los servicios municipales, en la idea de que, pues como el privado hace mejor las cosas que el público, esto, esta concepción neoliberal, iba a ser mejor el servicio, eso no ocurrió prácticamente en ningún lado".

Es el caso de Agua de Puebla Para Todos y mejora el servicio o el gobierno del estado hará lo que la ley le permite para que se dote del líquido a la población de una forma eficiente y a un precio justo.

Alejandro Armenta cuenta con el respaldo de la presidente Claudia Sheinbaum y por supuesto de la Comisión Nacional del Agua. El expediente de Agua de Puebla aún no se ha cerrado.

De las anécdotas que se cuentan
 

Las videocámaras de la fayuca. El pasado 21 de febrero, efectivos de Guardia Nacional, Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Puebla, resguardaron el perímetro en el que personal del Ayuntamiento capitalino desmontó distintas cámaras de videovigilancia.

Las cámaras habían sido montadas por algunas organizaciones de ambulantes en el Centro Histórico de Puebla, en las calles: 10 Poniente y 5 Norte, 10 Poniente y 7 Norte, 16 Poniente y 5 Norte, así como 18 Poniente y 5 Norte.

En el operativo, se tenía claro que en estas calles es notable la presencia de la organización Fuerza 2000, de Federico López “Fede”, acusado de distintos delitos entre los que destaca la extorsión, inclusive al comercio legalmente establecido.

Como ocurre en la Ciudad de México, en la capital poblana se han instalado redes de videovigilancia que poco o nada tienen que ver con el legítimo derecho ciudadano a protegerse de los maleantes.

Es sabido que, en distintas partes de la capital poblana, las cámaras colocadas en postes de telefonía y luz se emplean para que los delincuentes conozcan de primera mano a qué hora se hacen patrullajes de las corporaciones policiacas, no se diga operativos.

Dicen los que saben que hay más, muchas más cámaras de videovigilancia que se encuentran en otros puntos del Centro Histórico y que no son para seguridad ciudadana sino para monitorear los pasos de las autoridades.

Así que, la tarea de acotar poderes informales apenas comienza.

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*ARD