
Para una afición tan apasionada como la de Cowboys, mantener la esperanza en una temporada llena de descalabros es una tarea casi imposible. Mientras queden partidos por disputar, la ilusión persiste, pero cuando las lesiones y los errores se acumulan, la fe comienza a desvanecerse.
El reciente partido contra Falcons marcó un punto crítico en la temporada de Cowboys. En la Semana 9 de la NFL, perdieron a su quarterback estrella, Dak Prescott, por una lesión en el tendón de la corva en el tercer cuarto. Esta baja crucial se sumó a las dificultades que ya enfrentaba el equipo, acentuadas por los problemas físicos de su receptor abierto, CeeDee Lamb, quien sufrió molestias en el hombro a lo largo del encuentro.
A pesar de los esfuerzos del equipo, la defensa de Falcons se mostró implacable, limitando a la ofensiva de Dallas y aprovechando las oportunidades para sellar una victoria contundente por 27-13 y propinarle al equipo texano, su tercer descalabro en fila. Esta derrota dejó a los Vaqueros de Dallas con récord de 3-5, con dos próximos enfrentamientos en casa contra Eagles y Texans.
Antes de abandonar el campo, Prescott había estado en buena forma, completando el 75 por ciento de sus pases sin cometer errores. Sin embargo, Cooper Rush, quien asumió el rol de quarterback tras la lesión de Prescott, logró mantener el ritmo, acumulando 115 yardas de pase y una anotación tardía a Jalen Tolbert, que dio a Dallas una ligera esperanza hasta que fallaron en recuperar una patada corta decisiva.
KIRK COUSINS, CON LABOR DESTACADA
Por otro lado, Kirk Cousins, el quarterback de los Halcones de Atlanta, tuvo una actuación destacada, lanzando tres pases de touchdown y consolidando a su equipo en el primer lugar de la NFC Sur.