Durante cuatro años, el Centro de Detención para Migrantes en Donna, Texas, procesó a cerca de 611 mil migrantes indocumentados provenientes de 90 países, incluyendo 223 mil menores no acompañados y casi 360 mil familias con niños, según informó Gloria Chávez, jefa de la Patrulla Fronteriza, al anunciar el cierre de estas instalaciones.
"En el sector del Valle de Texas, establecimos este centro hace poco más de cuatro años como una solución temporal mientras renovábamos nuestro centro de procesamiento permanente en McAllen, Texas.
Sin embargo, rápidamente se convirtió en una pieza clave de nuestras operaciones, ya que el número de detenciones superó con creces la capacidad de nuestras estaciones en todo el sector del Valle del Río Grande", explicó Chávez.
Chávez destacó los desafíos sin precedentes enfrentados durante las operaciones y reconoció la dedicación de los agentes de la Patrulla Fronteriza. "Más de 700 agentes fueron asignados a este centro, trabajando incansablemente para procesar y manejar la afluencia de migrantes detenidos en nuestra región.
Muchos viajaron desde distintos puntos de Estados Unidos para apoyar durante el histórico aumento de la inmigración ilegal. Mi más sincero agradecimiento al personal profesional que, con su arduo trabajo y compromiso, garantizó el funcionamiento eficiente de nuestras operaciones", expresó.
Cierre del centro y disminución de detenciones
La decisión de cerrar el centro de procesamiento en Donna responde a una reducción significativa del 78% en las detenciones de migrantes indocumentados en los puntos de entrada a lo largo de las 277 millas de frontera del sector del Valle del Río Grande.
Chávez atribuyó esta disminución a las políticas implementadas por la administración actual, lo que ha permitido redirigir recursos hacia la seguridad fronteriza y mejorar las operaciones de primera línea.
"El mensaje es claro: cualquier persona que cruce ilegalmente entre los puertos de entrada será deportada y expulsada fuera de la región, hasta las fronteras de Guatemala y México", afirmó Chávez.
Además, subrayó que estas medidas han reducido los intentos de cruce ilegal, aliviando la actividad ilícita en la frontera y permitiendo que los recursos se enfoquen en prevenir el ingreso de criminales y contrabando peligroso.
Con la disminución en las detenciones, el sector del Río Grande ahora cuenta con la capacidad para gestionar la detención a corto plazo en instalaciones permanentes, eliminando la necesidad de operar centros temporales como el de Donna.
"Soy optimista sobre nuestro futuro mientras seguimos implementando las políticas de seguridad fronteriza, creando un fuerte elemento disuasorio contra la entrada ilegal y haciendo nuestra frontera más segura", concluyó Chávez.
Con información de El Universal
*BC
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