
Oaxaca es uno de los estados mexicanos más visitados por el turismo, debido a su gastronomía, riqueza cultural y tradiciones. Sin embargo, también se ha visto beneficiado por el turismo religioso que acude a conocer a la Virgen de Juquila. Conoce más sobre ella y su historia.
La Virgen de Juquila es una de las figuras religiosas más veneradas no solo en Oaxaca, sino en México. Es considerada la segunda patrona del estado, después de la Virgen de la Soledad, patrona oficial de esta entidad.
Su imagen, de apenas 30 centímetros de altura, representa a la Virgen de la Inmaculada Concepción. La devoción hacia ella ha trascendido fronteras, gracias a los milagros que se atribuyen a su intercesión. Conoce un poco más sobre la historia de la Virgen de Juquila y dónde se encuentra.
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Historia de la Virgen de Juquila
La historia de la Virgen de Juquila comenzó en el siglo XVI, cuando los frailes dominicos llegaron a Oaxaca para evangelizar a los pueblos indígenas. La imagen original fue traída desde España y entregada a un indígena llamado Juan Diego Zárate, quien la colocó en su casa.
Rápidamente, la virgen ganó fama por los milagros que se la atribuyeron, atrayendo a devotos de diversas regiones.
En 1633, un incendio devastó la comunidad donde se encontraba la imagen, pero milagrosamente quedó intacta, lo que aumentó la devoción hacia ella. Posteriormente, se construyó un santuario donde ha permanecido desde entonces.
La Virgen de Juquila está hecha de madera y su vestimenta es renovada constantemente por los fieles. Una de sus principales características es su expresión serena, que reconforta y da esperanza a miles de personas.